martes, 14 de agosto de 2007

Los cuerpos de los árboles

Descubrí que caminar es desnudarse. Posarse ante los demás, como si estuviéramos vestidos de niebla o fuésemos un torbellino de colores y es que esas cosas son tan transparentes, que se vuelven como parte misma de estar desnudo. Uno es el principio, uno habla, uno alza sus manos y las mueve hacia el cielo y puede escribir del misterio; habitar la memoria del mundo; volar; reír; ignorar; hacer llorar; cantar; gritar; estallar. Si, sé que la mayoría de corazones que lean esto ya lo sabrán y es que ustedes son tan áureos, que no sé, no encuentro manera de hablarles, y mejor ando por ahí, viendo su voz hablar de estalagmitas o de fósiles, de dinosaurios; compartimos sólo el silencio.

Pd. Próximamente publicaré junto con Jorge Negroe y Alberto Chanona una especie de pliegoliterario, así que estén pendientes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hey tu, cambié de dirección:
http://popkornlarva.blogspot.com
Bana

p.s. se acerca la bienvenité de letras, la la la la

Srta. Arteria dijo...

Diego, por donde ha andado usted, acaso se ha quedado parado contemplando una gota caer de su techo?
Abrazos voladores

Anónimo dijo...

DIeeegooo, actualizaaaaaaaaaaaa


bana

Estampas