miércoles, 23 de septiembre de 2009

¿Y qué ha sido de ti, niño astro? ¿En dónde cantas canciones y alabanzas? ¿Bajo qué árbol construyes historias, rosas, niños? ¿Qué de tu cuerpo hecho sol y luna, de tu ropaje de estrellitas, de polvo cósmico? Dime en dónde guardas tu sueño lunar, tu cuerpo que brilla como un astro entre las hojas, que se hace abrazo entre galaxias, tu canción de cuerpo vegetal. Háblame de tu historia, de tu viaje entre cerros, de tu vida entre la hierba. Ahora eres mago; ahora eres ave que danza con el aire y con el fuego. Todo tú eres vida y corazón. Buen viaje, niño astro. Que tus ojos sigan llenándose de estrellas.

viernes, 25 de abril de 2008

La nana y la luna

La nana Cleofas Esparza y la niña margarita:

"Mira, le decía mostrándole la luna llena, ahí vive el conejo orejón. ¿Lo ves? Está echadito de pura pancita, está ancho de cordo, el condenado. Es un conejo grandote, que fue maicero, y tan ladino que se tragaba lo mejor de la milpa. ¿Qué hicieron? Lo estrellaron, puesn, contra la luna cogiéndolo de sus chicas orejotas. Pero la maña no se le quita: nochi con nochi ora se come a la luna, lo mesmo que si fuera una tortilla recién echadita. Cada mes sólo va dejando un cacho; pero la luna retoña porque nos ha de alujar (. . .) Es un conejo indino que no da sosiego al buchi."


(De Historia del nombre y de la fundación de México)

viernes, 11 de enero de 2008

De la creación (o de la necesidad del arte).

No necesitamos más arte; el mundo es arte. Nuestra posición: artífices. El mundo surge ante nosotros como algo framentado que sólo se completa con nuesta participación. Estamos en la posición de creadores: poetas, músicos, mimos, pintores, escultores, arquitectos. ¿No es el sueño de Rilke el terrible ángel? ¿No es ese mismo ángel el que despertamos cuando leemos la voz viva del poeta?1

De los tipos de contemplación.

Estipulo dos tipos de contemplación: la contemplación estética y la contemplación real. La contemplación estética es la contemplación artística, artificial. Contemplamos artísticamente cuando vemos un cuadro, leemos un poema, escuchamos una obra musical: cuando estamos frente al fenómeno artificial. La contemplación real surge cuando salimos al mundo y entonces vemos, escuchamos, vivimos2.

Sobre nuestra posición en el mundo.

Hasta ahora he usado de modo predominante "contemplación". Refiero principalmente dos posturas de la contemplación: la contemplación pasiva y activa. En la primera funcionamos como sujetos epistémicos3 que miran el mundo con los ojos abiertos; en la segunda somos quienes ríen, quienes abrazan, quienes gozan de la quietud o la locura del mundo.

Diferenciación de la experiencia de las contemplaciones.

Cuando contemplamos experimentamos.4 Esto es atribuíble a ambos tipos de contemplación. Su diferencia descansa en la posición de artífice5 y observador. Virtualmente, tenemos la posibilidad de nuestra vinculación a uno u otro lugar; pero en tanto evitamos nuestra participación intencional somos partícipes de la contemplación real pasiva.

Primer problema.

Sospecho un primer problema en relación con la contemplación real: es inevitable nuestra participación en un suceso. De una u otra forma modificamos. Somos en cualquier caso artífices y observadores.6

De la neutralidad contemplativa.

Pienso posible



1Quizá lo vemos, contemplamos, interpretamos de otra manera; pero creo que es fundamentalmente el mismo.
2Defenderé la tesis vivencial en un apartado posterior.
3Esto es, que tienen la particularidad de agente cognoscente y experimentan al objeto cuya pecularidad, es así mismo, ser conocido.
4Diré que toda contemplación es experimentación (no toda experimentación es contemplación) y que toda experimentacion considera una experiencia.
5Creador
6Me es difícil separar esto en distintos problemas para su mejor estudio: quizá el no ser visto, tocado, olido (directamente, pues no es deleznable el que nuestro olor se mezcle con los otros olores del ambiente) son inicios de oscuridad. Y si estamos en la oscuridad siendo oscuros, partícipes de la sombra, el que está al sol difícilmente podrá vernos: debe haber por lo menos el mínimo intervalo temporal que nos separa del conocimiento de algo; así mismo que separa a los otros de nosotros. Luz y sombra.

Estampas